
Usted ha tienes algunos trucos bajo la manga a la hora de pagar ese molesto préstamo educativo:
- Ir más allá: ¡Échale dinero extra! Pagar más del mínimo cada mesy podrás hacer frente a los pagos del préstamo, además de ahorrarte algo de dinero en intereses.
- Refinancia, cariño: Habla con a un prestamista privado sobre la refinanciación de su préstamo. Puede que consigas un tipo de interés más bajo y unas cuotas mensuales más reducidas. ¡Cha-ching!
- Planes basados en los ingresos: Si tienes un préstamo federal para estudiantes, considera la posibilidad de acogerte a un plan de amortización basado en los ingresos. Podría reducir tus pagos mensuales, haciéndote la vida un poco más fácil.
- Sueños de perdón: Si trabajas en campos como la enseñanza o el servicio público, podrías optar a la condonación o cancelación de tu préstamo. ¡Un trato estupendo!
- Combinar y conquistar: Simplifica tu vida consolidando varios préstamos estudiantiles en uno solo. Esto también podría conseguirte un tipo de interés más bajo.
Pero, ¡no lo hagas solo! Habla con un mago de las finanzas o a tu gurú de los préstamos para averiguar qué movimiento tiene más sentido para ti. Se trata de personalizar tu estrategia. ¡Ya lo tienes!
